‘El corona virus se combate en el territorio, no en los hospitales’, advierte intensivista
“Craso error cometen quienes mandan a contagiados para su casa; allá a lo que van es a enfermar a los demás, sobre todo si no tienen las condiciones adecuadas”, advierte el médico Martín Zilic.
¿Virus? Combate en Territorio no en Hospitales
A sus 73 años de edad, y luego de ejercer la medicina durante más de 50, el doctor chileno Martín Zilic Hrepic reconoce que nunca había experimentado una situación parecida a la pandemia causada por el corona virus.
“Esto ha sido catastrófico y tiene al mundo en jaque”, expresa el galeno y advierte que muchos países han cometido graves errores que no les ha permitido controlar la crisis.
El doctor Martín Zilic Hrepic es un médico cirujano, además de especialista en cuidados intensivos, unidad que se encarga de tratar a los pacientes en estado crítico o que están en inminente peligro de muerte.
De acuerdo con el experimentado galeno, la clave para controlar la pandemia del corona virus covid-19 está en evitar que los pacientes lleguen a cuidados intensivos y, para lograrlo, hay que tratarlos de manera precoz, es decir, lo más rápido posible y antes de que la enfermedad avance.
¿Y cómo se logra eso? Según sus palabras, cuando el virus se enfrenta en el territorio, no en el hospital.
Otro error, según el experto, es mandar a los pacientes para su casa, aun cuando hayan resultado positivos.
“Jamás debe enviarse a un paciente positivo para su casa”, sobre todo si no tiene las condiciones adecuadas para estar en cuarentena, advirtió, porque, según él, allá lo que va a hacer es ponerse grave y a contaminar a los demás, pues muchas veces ni le dan el seguimiento requerido.
De padres croatas, Martín Zilic Hrepic, quien además de médico es académico y político, fue ministro de Educación, durante el primer gobierno de la presidenta Michelle Bachelet.
Cuenta que lo más difícil que le ha pasado en la vida es tener que enfrentar la muerte de un paciente, sobre todo si es joven.
En su país es visto como un hombre espontáneo, cálido y muy mediático, que siempre está dispuesto a dar su opinión sobre diversos temas, cuando así se lo solicitan.
Martín Zilic Hrepic es de la opinión de que todo aquel que se ha valido de la pandemia del corona virus covid-19 para rebuscarse o enriquecerse, debe ir preso, porque eso se trata de una “acción inmoral”, algo así como una “traición a la patria”.
Doctor, lo escuché decir en un foro que el contagio no se enfrenta en los hospitales, sino en el terreno, ¿podría ampliar al respecto?
Mucha gente pensó que lo importante era tener ventiladores mecánicos, unidades de cuidados intensivos de alta resolución, para tratar una pandemia como esta.
Pero la verdad es que si uno mira lo que ha estado pasando en lugares, por ejemplo, como Nueva York, donde tienen hospitales de altísimo nivel, y vemos cuántas de las personas mayores de 65 años que requirieron de ventilación mecánica, lograron sobrevivir, son poquísimas, más del 97% de esos pacientes ha muerto, entonces es fácil darse cuenta de que ese no es el camino.
El tema es que no tenemos que esperar a que los pacientes se compliquen y lleguen a esos niveles…ahí está la clave para salvar vidas.
¿Cuál es el problema que tiene el virus?
Que el virus ataca a personas de cualquier edad, pero la verdad es que mueren más quienes tienen más edad y con comorbilidades como diabetes, hipertensión, problemas cardiovasculares, obesidad, aunque la mayor cantidad de contagiados son personas que están por debajo de los 60 años.
Yo insisto en que para ganarle al corona virus lo que hay que hacer es activar muy fuertemente la atención primaria de salud.
¿En qué consistiría la atención primaria?
Esta respuesta va relacionada con tu primera pregunta sobre el combate de la enfermedad del corona virus en el territorio.
Lo primero que hay que hacer es buscar a los portadores del virus. Eso significa que hay que hacer toda la cantidad de test que sean necesarios.
Cuando se descubre un portador del virus, no hay que decirle que se vaya para su casa a hacer la cuarentena; lo que hay que hacer es buscar a todos sus contactos, seguirlos y ponerlos a todos en confinamiento, aunque la prueba les salga negativa, porque hay algunas que tienen entre 30% y 40% de falsos negativos.
Entonces una persona puede infectar a 300 o 400 personas, y hay algunos hiper contagiadores que pueden enfermar hasta a 900 personas.
“En una situación como esta, donde ya hay cerca de 500 mil muertos en el mundo, y que haya gente tratando de rebuscarse o hacerse rica a costilla de la pandemia, no tiene nombre”.
Leí un artículo que muestra muy bien cómo fue y cómo se desparramó la pandemia del corona virus en Estados Unidos.
Parte de dos personas con corona virus, un hombre en Seatle y una mujer en Chicago. En 15 días hubo un contagio brutal y como no pararon los casos, sino que dejaron que todo avanzara, porque el presidente Trump pensó que lo más importante era que siguieran trabajando.
La gente migraba como si nada estuviese pasando, desde Nueva York, donde había un foco de contagio del corona virus, hacia otros estados y así el número de contagios aumentó de manera impresionante.
En la región de Lombardía, donde hicieron totalmente lo contrario y tuvieron una mortalidad gigantesca.
El éxito del doctor Crisanti se debió a que lo primero que armó fue las cuarentenas y comenzó a cerrar los territorios donde había brotes de corona virus. Comenzó a buscar a los que estaban contagiados y los trató precoz mente.
El profesor Wei Kao, de China, muestra una gráfica que explica que esta enfermedad se produce en tres fases.
La primera es cuando el virus entra por la nariz, la boca o por los ojos, baja hacia el pulmón y luego entra al torrente sanguíneo.
Después de eso, en algunos pacientes, más o menos en un 20%, el virus comienza a producir la activación de la cascada de la coagulación y aparece un aumento de “dímeros d”, producto de degradación de la “fibrina”, que es lo que muestra que se está produciendo una coagulación dentro de los vasos sanguíneos.
El doctor Crisanti dijo que lo que se tenía que hacer era comenzar a controlar a esos pacientes muy precoz mente y a los que tenían “dímeros d” muy elevados, comenzaron a suministrarle heparina de bajo peso molecular en forma casi profiláctica, en toda la provincia de El Véneto y fue un éxito.
Eso lo han empezado a poner en práctica en otros países y está dando resultados positivos, porque lo que hay que hacer es prevenir ese proceso de coagulación, que se produce cuando baja el oxígeno en la sangre debido a que tienen una embolia pulmonar.
Es por lo anterior que hay que tratar a los pacientes antes. En la primera fase, poner los antivirales ivermectina e hidroxicloroquina para atacar el virus, y en la fase cuando comienza a producirse la coagulación, lo que hay que darle es heparina de bajo peso molecular y antiagregantes como la persantine.
Hay cerca de mil estudios probando diferentes tipos de drogas, y la que ha estado más en discusión es la hidroxicloroquina, que es una que se usaba para la malaria y la artritis reumatoidea.
Un médico la utilizó en Marsella, en más de 3 mil pacientes y tuvo un índice bajísimo de muertes. Según ese médico, esta droga es un antinflamatorio y además mata el virus.
¿Por qué el virus ataca a personas hasta el punto de matarlas y otras ni siquiera presentan síntomas?
Si yo supiera esa respuesta, el próximo año sería premio Nobel… sin lugar a dudas. Al 80% de los pacientes que son infectados con el virus no le pasa nada, solo un poco de catarro, dolor de cabeza, dolor muscular;
Un 15% padece complicaciones muy serias, como dificultades respiratorias y coagulaciones severas; y un 5% necesita unidades de cuidados intensivos, y de este último grupo, cerca de la mitad, muere.
Realmente el tema crucial es no llegar a cuidados intensivos. De hecho, en Chile, se ha estado aplicando algo que descubrieron en Italia y es que el problema no es del alvéolo, sino del vaso sanguíneo, por lo que llegaron a la conclusión de que no se tenía que entubar al paciente, porque se podía morir, entonces, primero se le ponen dispensadores de alto flujo de oxígeno y con eso se mejora.
También existe la técnica de presión positiva continua de la vía aérea (CPAP, por sus siglas en inglés) en la cual no se entuba al paciente, solo se le coloca mascarilla y mejora con eso.
Lo otro que se ha puesto en práctica es el decúbito prono, en el que el paciente se acuesta con el abdomen hacia abajo.
Incluso se han fabricado colchones especiales para que esté más cómodo en su parte abdominal y evitar que esta se comprima, al igual que en el área de la cara; solo con esa posición, mejora la ventilación de forma impresionante…
Son métodos que se han ido descubriendo en el camino y que los demás debemos poner en práctica para controlar la situación.
¿Cómo afecta la lucha contra el virus la desigualdad social que existe en nuestros países?
Si miramos cómo viven las personas que están en situación socio económica baja o rozando la línea de pobreza, muchas de ellas viven en hacinamiento.
Hay residencias para ancianos en diversas partes del mundo que se han convertido en focos de concentración viral tremenda, con una tasa de mortalidad altísima.
La incapacidad que tiene la población de menores recursos, la inequidad de acceso a los alimentos, a los bienes públicos, incluso a los servicios de salud, todo eso ha jugado un papel tremendamente negativo en su contra.
Una gran cantidad de afroamericanos latinos en Estados Unidos, ha muerto.
En Chile, el anterior ministro de Salud, un día dijo ‘por mucho que esté en contra de mis principios básicos del libre mercado, voy a tener que fijar precios’.
La salud no puede estar a merced del mercado. Eso es un error. Es un tema que se puede discutir post pandemia.
La salud tiene que ser un tema solidario. Hay una centena de gente tremendamente importante que ha firmado un documento en el que pide que la próxima vacuna no se venda, sino que sea un bien de uso público, de uso social, no un bien de mercado.
¿Qué opina de esos fabricantes o funcionarios que se han valido de la pandemia para enriquecerse?
Habría que meterlos presos. Si Panamá estuviese en guerra y un grupo de personas compra armas y municiones y se las vende al gobierno de su país, cuatro o cinco veces más caras, eso se llama traición a la patria.
En una situación como esta, donde ya hay cerca de 500 mil muertos en el mundo, y que haya gente tratando de hacerse rica a costilla de los enfermos, no tiene nombre.
Yo realmente lo veo inmoral. Hemos sabido de empresas que fabrican mascarillas sin ninguna norma, y estafan a los gobiernos; otros que han adulterado los test; y hubo quienes compraron mascarillas a 10 pesos y las vendieron, durante la pandemia, a 2 mil pesos… y así, hay otros casos. Eso es inmoral, reitero.
Por eso nuestros países deben tener un observatorio de salud para América Latina para investigación y desarrollo y generar manufacturas nuevas, para solucionar esos problemas.
Doctor, no puede haber una reapertura económica con una salud deteriorada, ¿usted qué opina?
Ahora es cuando más tenemos que agudizar los problemas desde el punto de vista humano. El producto interno bruto (PIB) de todos los países ha caído de forma brutal.
Se piensa que, en México, 10 millones de personas que no estaban en la línea de la pobreza, van a caer bajo esa línea después de la pandemia del corona virus.
El tema no es economía o salud, sino cómo enfrentamos holística y globalmente el problema. Una medida pensada solo en lo económico, lo más probable es que mate a más gente que lo que va a matar la pandemia del corona virus.
El tema está en cómo hacemos para usar los recursos que tiene un Estado para enfrentar la pandemia y para que todos podamos salir adelante. Esta situación nos está haciendo un llamado gigantesco a la solidaridad y a la justicia social.
Chile está aportando 12 mil millones de dólares para darle al 80% de los chilenos la posibilidad de que pueda seguir comiendo. Pero eso todavía es muy poco.
Francia está aportando casi el 20% del PIB para enfrentar esta debacle desde el punto de vista de la salud y el tema económico. La pandemia no ha significado solo un golpe brutal a la salud de las personas, sino también a la economía.
Vamos a ser más pobres que antes y tendremos que acostumbrarnos a eso, por lo que tendremos que ser más solidarios entre todos, sino esto puede terminar extraordinariamente mal, con serios estallidos sociales.
¿Hasta cuándo cree que durará esta pandemia?
Hasta que no haya una vacuna. Yo me considero un optimista mayor, pero vacuna no vamos a tener muy pronto.
Es posible que tengamos algunos cocteles de anticuerpos que nos permitan algunas de las glicoproteínas que tiene el virus y así dejarlo a medio morir, algo que lo pueda controlar.
¿El uso del plasma está funcionando?
En Chile ya se está aplicando. Es uno de los mecanismos que está ayudando. Conozco a varios pacientes que estaban muy complicados y que con el plasma han salido adelante.
No es la droga mágica, pero hasta ahora ayuda.
UN GALENO EXPERIMENTADO
“Jamás debe enviarse a un paciente positivo (de SARS-CoV-2) para su casa”, sobre todo si no tiene las condiciones adecuadas para estar en cuarentena”
Nombre completo: Martín Nicolás Zilic Hrepic
Edad: 73
Cargo: Profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción
Creencias religiosas: Católico
Resumen de su carrera: Es médico egresado de la Universidad de Concepción, Chile. Es cirujano de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica.
También cuenta con una especialidad en cuidados intensivos, título obtenido en la misma universidad. Ha realizado varias investigaciones y publicaciones.
Se hizo acreedor al premio internacional al “Mejor trabajo de investigación científica”, con un estudio sobre “Nutrición hipocalórica en pacientes de cuidados intensivos”.
Fue ministro de Educación bajo el primer mandato de la presidente Michelle Bachelet.
Noticia: Nubia H. Aparicio S.