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Fiduciario sector financiero 2020 …Un actor importante en la economía del país
Fiduciario gran aporte para la economía
El negocio fiduciario, ha sido en los últimos 15 años de gran aporte, no solo al sector financiero sino también a la economía del país.
En Panamá, el Fideicomiso desde 1925 ha contribuido en garantizar la finalidad y los objetivos de múltiples acuerdos y/o transacciones de los distintos sectores y sobre todo en generar confianza a nivel local e internacional, por ser estructuras altamente reguladas.
En mi experiencia, la evolución del negocio Fiduciario, no ha sido fácil por muchas razones, entre ellas el mantener su uso y aplicación, el tecnicismo necesario para quienes están involucrados.
El haber realizado adecuaciones internas para el fiel cumplimiento de las regulaciones de su entorno y sobre todo, porque se fueron presentando necesidades y exigencias del mercado local e internacional, no solo dirigido a garantizar préstamos de entidades bancarias, sino también a ampliar la competitividad del sector financiero.
En apoyo a inversionistas el negocio Fiduciario, en el sector valores, seguros e inclusive en mayor importancia en el sector inmobiliario, lo cual obligó a la aprobación de la Ley 21 de mayo de 2017, de manera que se pudiese lograr cubrir necesidades y vacíos de la Ley anterior.
Dirigidos a la gestión del regulador, procedimientos y cláusulas muy puntuales en materia operativa, control interno, contable, gobierno corporativo, prevención de blanqueo de capitales, en fin, una serie de normativas necesarias para el buen desenvolvimiento de las estructuras fiduciarias en Panamá.
No obstante, a lo anterior, debo resaltar que, en estos tiempos de pandemia, no he escuchado mayor interés sobre la afectación económica y financiera del sector Fiduciario.
Según cifras mostradas al 31 de diciembre de 2019, por la Superintendencia de Bancos de Panamá, las Fiduciarias administraban un total patrimonios fiduciarios alrededor de $.29,626,647.00, de los cuales $10,164,969 corresponden a Fideicomisos de Garantías, originados de entidades del sector bancario local y extranjero.
Teniendo en cuenta estas cifras y siendo espectadores, en donde estamos observando un número importante de préstamos también afectados por la situación económica de los deudores, es relevante mencionar que dicha afectación, no es solamente para el sector bancario, sino también para entidades Fiduciarias que no son parte de los grupos bancarios.
Así también, puedo mencionar que el 41% de las empresas Fiduciarias son de Firmas de Abogados y entidades Fiduciarias independientes, las cuales también han sido afectadas, ya que sus carteras de clientes están segmentadas al sector privado que también ha sido impactado en estos momentos de crisis.
En fin, esto se ha convertido en una cadena en donde cada eslabón es sumamente importante, y si uno de estos eslabones se rompe, por supuesto que el resto de la cadena también se desintegra y no se logran los objetivos.
La afectación a la cual me refiero y quiero hacer notar, va dirigido a que toda entidad Fiduciaria, al igual que una empresa, debe subsistir y que, para poder lograrlo, éstas deben generar niveles de ingresos necesarios a fin de poder solventar sus gastos operativos y entre ellos, el más importante como el recurso humano involucrado.
Según cifras publicadas al 31 de diciembre de 2019 por la Superintendencia de Bancos de Panamá, teníamos un total de 70 Fiduciarias, de lo cual puedo confirmar, que este sector aporta muchísimo en la generación de empleos y por ende en la economía del país.
Aunado a lo anterior, también es relevante señalar que el sector Fiduciario avala y garantiza muchas de las inversiones a nivel estatal y privado del país, incluyendo participación e inversión de Organismos Internacionales, sobre lo cual, en este escrito, quiero hacer notar, ya que en mi opinión el sector Fiduciario también debería ser un sector de relevancia y de observación.
No solamente por los propios afectados, sino también por parte del Estado, de manera que por lo menos se logre mantener operativas y siendo optimista un 85% de las entidades Fiduciarias actuales en Panamá.
Adicional-mente es imperante y no quiero pasar por alto, que las Fiduciarias también están obligadas a repensar en realizar un cambio de timón sobre sus actuales estrategias de negocios.
Es decir, con esta crisis generada por la pandemia, ha sido obvio que muchos de los negocios están siendo afectados, verbigracia, el deterioro de las carteras de préstamos afectando fideicomisos de garantías, dificultades.
Para el Fiduciario de poder cobrar sus honorarios fiduciarios de clientes directos e indirectos sobre Fideicomisos de Administración e inversión, en fin, ha llegado el momento de realizar una re-ingeniería de los actuales negocios, con un re-enfoque hacia los Fideicomisos Financieros, de administración e inversión donde sean considerados nuevos actores.
De manera que puedan generar no solo un aporte a los ingresos de la Fiduciaria, sino también se logre un aporte significativo en los distintos participantes de la economía como emprendedores, empresarios, inversionistas locales e internacionales, ofreciendo seguridad a las negociaciones y garantizando que las finalidades se cumplan.
El negocio Fiduciario, hoy día esta obligadamente a trabajar en conjunto con la tecnología, nuevas plataformas que brinden agilidad en los trámites, contratos e inclusive que logre una mayor competitividad y mejor oferta a potenciales nuevos actores como, por ejemplo, las empresas Pymes.
Como en todas las crisis, siempre hay oportunidades, siendo optimista el Sector Fiduciario tiene mucho potencial, sin embargo, tocará reinventarse, teniendo en cuenta que los actuales recursos pueden ser limitados y como lo mencioné en este escrito.
Será necesario utilizar herramientas como la reingeniería y el benchmarking ajustándolo a nuevos modelos acompañados de la tecnología.
Mayra Rodríguez
Consultora en FIDES CONSULTING. Doctoranda en Ciencias Económicas y Empresariales en el San Pablo CEU de España, Licenciada en Derecho y Ciencias Políticas, Contador Público Autorizado, cuenta con una Maestría en Administración de Negocios con énfasis en Dirección Empresarial, posee Postgrados en Alta Gerencia, en Contraloría y Docencia Superior. Ha ejercido cargos Administrativos y Contables en empresas privadas, así también ha ocupado por más de 10 años cargos a nivel Gerencial en Fiduciarias de Firma de Abogados y de la Banca panameña. Con responsabilidades en asesoría jurídica, riesgos, Gobierno Corporativo y cumplimiento regulatorio.
Noticia: (Ciudad de Panamá-ANPanamá)