Café y Arte “Estimulante, Profundo, Abrasador, Así es esta Pareja”
En las instalaciones de la central de beneficio más antigua de Chiriquí se gesta un programa cultural que pretende ser un agente de cambio que incentive la transformación de la industria
Café y arte “Pareja Perfecta”
¿Cuánto van a intervenir este lugar? Preguntó María Lucía Alemán a los socios de Creativa Coffee District (CCD), empresa que interesada en las bondades del café panameño decidió establecerse en Chiriquí, en el espacio conocido como el Beneficio Central de Café, también conocido como la antigua cafetalera del Río Cochea.
“Allí empiezo a ver los paralelos que hay en el mundo del café y el arte como la inequidad, la falta de formación y técnicas en sus trabajadores, la informalidad en contratos laborales, un difícil acceso a los mercados de productores pequeños…”
El espacio fundado en la década de 1960 funcionó como una cooperativa que reunía a los productores de Boquete Renacimiento y Potrerillo.
Un espacio que llegó a funcionar las 24 horas del día y del que salió una infinidad de contenedores de café, por lo cual cuenta con unas estructuras enormes.
Es la primera incursión de esta empresa fuera de Colombia, donde es reconocida por sus programas sustentables y enlazados con programas de contenido social.
En Panamá, la idea era relacionar la marca con temas de arte y cultura.
“Me hace la invitación para desarrollar un programa de arte en el espacio que habían adquirido, Lo primero que hice fue ir a conocer el espacio y quedé fascinada como panameña cuando empecé a descubrir toda la historia que había en ese beneficio”, explica Alemán.
Silos, un inmenso patio de secado y tinas de lavado cuentan parte de la historia de este sitio. Marcas que atestiguan el nivel de agua o de café que se alcanzaron a almacenar; antiguos letreros con reglamentaciones para los empleados.
“Yo empecé a imaginar salas de exhibición en los silos, veía piezas de maquinaria abandonadas y yo les decía ‘no boten nada de esto”, recuerda.
Hoy, dedicados al café especial que genera volúmenes menores en la producción, algunos espacios podrían ser utilizados para ese programa de arte.
“En los 20 años que estuve fuera pude conocer muchos lugares dedicados al arte, un arte no convencional, independiente, alternativo, así que en mi mente empecé a ver las oportunidades que ofrecían estos espacios”, explica.
En el tiempo que residió fuera, María Lucía Alemán fue instruyéndose sobre la escena artística, tomando cursos, asistiendo a museos y galerías.
De regreso a Panamá, hace unos cinco años, se anotó como voluntaria en el Museo de Arte Contemporáneo y fue de a poco involucrándose más, trabajando con la Junta Directiva en algunos proyectos.
Actualmente funge de forma interina como directora del MAC, pero no ha abandonado el proyecto que gestó para Chiriquí.
De la idea inicial, más ligada al arte urbano considerada por Creativa Coffee District (CCD), pasaron a un proyecto más amplio, que además de incluir estas propuestas abarcase otras iniciativas ligadas al arte contemporáneo.
“No me imaginaba un solo formato artístico en todo este lugar, yo quería incluir performance, video, dibujo, otras expresiones como arte sonoro”, detalla.
Y mientras Alemán compartía con ellos sus conocimientos sobre arte, ellos fueron enseñando a ella sobre el mundo del café, hasta ese momento, un gran desconocido.
“Allí empiezo a ver los paralelos que hay en el mundo del café y el arte, como la inequidad, la falta de formación y técnicas en sus trabajadores, la informalidad en contratos laborales, un difícil acceso a los mercados de productores pequeños… eso fue un abrir de ojos para ambos”, asegura.
Alemán estableció un programa con cinco líneas de trabajo que incluyen:
Acondicionar los silos como salas de exhibición.
Uno de ellos se convertirá en un salón cultural para que quienes participen en los tours por el beneficio de café puedan sentarse en un espacio para leer sobre el arte y la cultura ngäbe, grupo humano íntimamente ligado a la producción del café y del cual se desconoce mucho.
Una agenda cultural que incluiría un conversatorio al mes, para el cual se acondicionaron unas las tinas de lavado en desuso como un anfiteatro, en el área del beneficio húmedo.
De estos conversatorios llegó a realizarse el primero, con la participación de los artistas Ana Elena Garuz (Panamá) y Adán Vallecillo (Honduras), quienes participaron en una residencia que se inició el mes de enero.
“Regamos mucho la voz en Boquete, vino mucho la gente del mundo del café, pero también gente de la comunidad que está buscando más oferta cultural, y fue un momento súper especial.
Mucha gente se me acercaba a decirme que tenía tantos años de no venir, la gente llevó sus memorias, hay mucho que contar”, comenta.
Lamentablemente con la llegada de la pandemia el resto del programa debió paralizarse.
Otro de los ejes del programa de arte involucraba una residencia artística para participantes de la región de Centroamérica que debió ser cancelada, pero que se sacó adelante a modo virtual.
“Hicimos una convocatoria abierta un mes, recibimos 40 propuestas de Centroamérica y el 1 de septiembre anunciamos los 6 ganadores de la beca.
Los costos de la residencia han sido cubiertos por Creativa Coffee District (CCD) porque sabemos que los artistas están teniendo muchas dificultades para generar ingresos”, cuenta.
Luego de una pausa que permitiera reajustarse a la realidad del covid 19, se decidió mantener la residencia para apoyar de este modo a la comunidad artística, una de las más golpeadas por la pandemia.
“Cada uno de los artistas va a trabajar en uno de los procesos del café con un tutor de arte y un tutor del mundo del café. Desde la perspectiva del artista, se asociará con una visión de la vida moderna.
Luego eso puede incorporarse en los tours del café con acercamientos diferentes y enriquecedores”, propone.
“Yo quisiera lograr la sostenibilidad para hacerlo una vez al año, con distintos enfoques me pareció importante hacerlo a nivel de Centroamérica porque creo firmemente en el poder del intercambio, darle la oportunidad de los panameños y ver otras prácticas y que los de afuera vean qué hacen los panameños.
Faltan espacios la Bienal Centroamericana ya nos e hace han dejado de ocurrir encuentros; esto no la va a sustituir, pero es una manera de mantener conectado a los artistas y compartimos también el cultivo del café”, agrega.
El resto de los programas dependerán de la reapertura de las actividades, dadas las condiciones sanitarias.
“Aspiro a que cuando se puedan arrancar ciertas actividades, que abran las salas de la galería que es muy importante porque no solo aporta actividad cultural que no es muy grande allá, sino que el arte independiente alternativo puede traer propuestas fuera del mundo comercial, de más experimentación que pienso faltan en Panamá.
Tenemos un Museo de Arte Contemporáneo, galerías, que algunas han cerrado, no es el mejor momento para el arte, pero sí es un momento de repensar, yo lo veo así, porque hay muchas posibilidades.
Claro está, esta apuesta de Creativa Coffee District (CCD), debe hacerse sostenible y poder incorporar los contenidos de arte a actividades como los tours del café”, sostiene.
Creativa Coffee District (CCD) pretende crear un espacio de cooperación tanto en la producción del café como en el arte.
“Es un espacio grande y algunos productores que no cuentan con espacio físico han procesado su café en las instalaciones.
Aunque hay competencia, también hay respeto y hermandad”, reconoce Alemán.
“El arte te da la oportunidad de ver las cosas de forma diferente y te va volviendo más empática.
A penas sea posible la movilización, las actividades se irán reactivando. Ya se pueden hacer reservas y ojalá pronto todo pueda ir desarrollándose para traer más artistas de fuera y generar más interacción con los locales”.