Mipymes “El escenario en el mercado postcovid”
De las 100,000 micro, pequeñas y medianas empresas formalmente legalizadas, pensamos que entre 45 mil y 50 mil no podrán regresar al mercado tras la crisis de la pandemia y tendrán que cerrar sus puertas
Mipymes en el mercado postcovid
Las mipymes en Panamá representan el 97% del parque empresarial, no obstante, en estos momentos de pandemia, muchos de estos negocios se están viendo afectados, por consiguiente, se necesita un alivio importante por parte del Gobierno Nacional.
Nuestro objetivo como economistas es explicar las diferentes variables que afectan el crecimiento de la economía informal en Panamá, incluyendo la falta de información, educación y directrices a las cuales tiene que hacerle frente el ciudadano común para crear su propia empresa.
“Mipymes” Para entender un poco el tema, explicaremos los siguientes conceptos:
La pequeña y mediana empresa es una compañía con características distintivas, además de dimensiones con ciertos límites ocupacionales y financieros preestablecidos.
Las pymes son agentes con lógica, cultura, intereses y un espíritu emprendedor específico.
También existe el término mipyme (acrónimo de “micro, pequeña y mediana empresa”), que es una expansión del término original, en donde se incluye a la microempresa.
Clasificación de microempresa: es aquella unidad económica que genera ingresos brutos o anuales por debajo de $150,000.
Clasificación de pequeña empresa: es aquella unidad económica que genera ingresos brutos o anuales desde $150,000.01 hasta un millón.
Clasificación de mediana empresa: es aquella unidad económica que genera ingresos brutos o facturación anual desde un millón de dólares con un centésimo hasta 2 millones 500 mil.
La literatura económica define como economía informal o economía irregular a la actividad económica oculta solo por razones de elusión fiscal o de controles administrativos (por ejemplo, el trabajo doméstico no declarado, la venta ambulante espontánea o la infravaloración del precio escriturado en una compraventa inmobiliaria).
El Centro Nacional de Competitividad (CNC) informó recientemente que más de medio millón de personas de la población ocupada se ubica en el rango de la informalidad; es decir, estamos hablando de aproximadamente de 529,672 personas comprendidas dentro de esta realidad social que ha sido materia de interés en Panamá.
Y para que analicemos el comportamiento de esta situación, se considera que, de este gran total de la población informal, el sexo masculino representa el 56,6% y las mujeres el 43,4%, cifras que se traducen en emprendimientos a pesar de estar en la informalidad, según datos emanados del CNC.
La realidad social nos indica que un grueso de la población citada es menor de edad y realiza esfuerzos titánicos por llevar el sustento cotidiano a sus hogares.
Este es otro aspecto que no podemos ocultar con todas las recomendaciones que la ley establece en torno al trabajo de los menores.
A todas luces, según los últimos datos obtenidos del Instituto Nacional de Estadística y Censo 1,694,787 personas están ocupadas en la República de Panamá, información que se desprende de los diferentes boletines informativos sobre el tema.
Por otra parte, las variables que contribuyen a la economía informal son: el aumento del desempleo, la falta de recurso humano, la falta de información, y la falta de dirección y directrices para crear una micro, pequeña o mediana empresa.
Mipymes “Un panorama”
En Panamá, el impacto laboral del sector es del 45%. No todas las mipymes sobrevivirán, lastimosamente; este sector es uno de los más afectados por la pandemia.
El gobierno ha dispuesto planes de préstamos con tasas blandas y plazos de pago de hasta 84 meses (7 años).
Las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes)están entre las áreas que se enfrentan al escenario más amargo de la emergencia, tras la paralización de sus ingresos; algunas de las que luchan, no van a resistir si no llegan los planes de ayuda financiera a tiempo.
De las 100,000 mipymes formalmente legalizadas, pensamos que entre 45 mil y 50 mil no van a tener la posibilidad de regresar al mercado y deberán cerrar sus negocios una vez finalizada la pandemia.
Se trata de negocios que normalmente dependen del ingreso semanal y trabajan con presupuesto para cubrir gastos, y al no tenerlo, no tendrán como pagar.
Con la creación de un plan nacional de recuperación (PNR), más de 70 mil micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) podrán acceder a programas de activación, créditos preferenciales y préstamos, un proyecto de rescate que será desarrollado por el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Comercio e Industrias (Mici).
El Ministerio de Comercio e Industrias (Mici) coordina junto a la Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Ampyme) una ley que ampare este plan, dirigido a emprendedores, mipymes y unidades económicas similares, y su presupuesto contará con los fondos otorgados a Panamá por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El programa de activación, contenido en el plan, alcanzará a más de 25 mil micro y pequeños empresarios, y prevé entregar a cada solicitante hasta 10 mil dólares, de los cuales 5 mil serían no reembolsables (fondos enfocados al pago de planilla, mantenimiento del negocio, compra de bienes necesarios para la recuperación) y los otros 5 mil serían un préstamo a crédito con condiciones flexibles.
De todo lo relatado anteriormente podemos sacar las siguientes conclusiones: las mipymes necesitan una inyección urgente de parte del Gobierno de Panamá; hemos escuchado de parte del Ejecutivo sobre un aporte de 150 millones para este sector y 150 millones para la agricultura.
Sin embargo, evidentemente se necesita realizar trámites especiales para apuntalar estos recursos de manera rápida y precisa para este sector empresarial, que genera una gran cantidad de empleos e ingresos para nuestro país.
Con respecto a la economía informal, no es un fenómeno nuevo.
Su crecimiento se asocia al aumento de la población. En situaciones de crisis, este tipo de economía tiende a incrementarse, pues la escasez de fuentes de trabajo obliga a las personas a emplearse en actividades no reguladas.
Adicionalmente, las personas que ejercen este tipo de empleo tienden a ser una carga para el Estado, ya que necesitan subsidios para su salud, economía, etc.,
lo que se traduce en un déficit en el ingreso tributario de la República de Panamá, carencia de sentido de propiedad en cuanto al aumento del respaldo por parte del gobierno para hacerle frente al desconocimiento de cómo mantener finanzas saludables dentro de sus negocios.
Noticia: Armando Sempris Sotillo