Raíces del corregimiento de Bella Vista, en su 90 aniversario
Mediante la creación de estos dos barrios se estrenaron nuevas formas de diseñar un tipo particular de ciudad, explotar el suelo, comercializar la vivienda y un canal para la participación de la inversión privada a través de la urbanización
Bella Vista Raíces del corregimiento en su Aniversario
La culminación de la construcción del Canal de Panamá, los efectos de la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión dieron complejidad al desarrollo urbano y a la vivienda durante los años 20 en la ciudad de Panamá.
El corregimiento de Bella Vista ha forjado en parte, el carácter e identidad del centro, así como de la periferia de la ciudad de Panamá.
Superada la primera etapa de viviendas dispersas, campestres y de veraneo en Las Sabanas, y como huida de la congestión del centro histórico, emergió la construcción de los primeros suburbios, promovida inicialmente por los grupos de mayores ingresos.
El predio rústico conocido como Bella Vista, comprendía la parte final del barrio de Calidonia. Estaba delimitado hacia el norte con el puente sobre la quebrada de Tumba Muerto, hacia el este con playa ‘Los Cocales’ sobre la bahía de Panamá y hacia el sur, con una vía en dirección al Camino de las Sabanas (hoy calle 42).
En octubre de 1911, el propietario de este terreno, José María G. Sierra comerciante español vendió la propiedad al inglés William George Gillingham.
En mayo de 1914, Gillingham traspasó la finca de 89.0586 hectáreas a la empresa Panama Land and Developing Company representada por Arturo Müller y Eric Barham.
Entre 1914 y 1916 se realizó la parcelación y venta de dichos terrenos.
Entre los primeros compradores figuraban Carlos A. Mendoza, Ricardo Bermúdez, Ricardo J. Alfaro, María Ossa de Amador, Rodolfo Chiari, y otros.
La compra-venta de los terrenos continuó hasta finales de 1918 cuando el estadounidense Minor Cooper Keith adquiere el resto de la finca, unas 50.5093 hectáreas por un valor de $126,160.34, $4.00 aproximadamente por metro cuadrado.
En marzo de 1920, Edmund George Ford, en representación de Keith, entregó las calles públicas, parque, sistema de acueductos y alcantarillados.
En febrero de 1917, el Gobierno Nacional procedió a resarcir a la compañía inmobiliaria con $36,213.50 luego del reclamo por la construcción de la infraestructura.
El área de la finca adquirida por Keith, luego de la primera segregación y cesión de usos públicos fue de 40.3725 hectáreas.
Distribución del corregimiento en 1940. Imagen con información de la oficina del censo de la Contraloría General de la República, 1940.
La urbanización incluyó un gran espacio público y el parque de Bella Vista, con una superficie de 2.44728 hectáreas, nombrado también como parque Perú y conocido hoy como parque Urracá.
En 1927, para su gestión, los residentes formaron un ‘Comité de embellecimiento de Bella Vista’ presidido por Joaquín José Vallarino y celebraron un contrato con la nación por un término de 10 años.
El gobierno estuvo representado por el entonces ministro de Hacienda, Eusebio A. Morales, y autorizado por el presidente Rodolfo Chiari.
Por su parte, el ingeniero Leopoldo Arosemena y el arquitecto Leonardo Villanueva elaboraron los planos del diseño, por mandato del gobierno.
El comité se comprometió a sembrar y conservar los árboles, construir el equipamiento deportivo y un campo de juegos infantil, mientras que el gobierno ofreció los materiales de construcción.
En dicho contrato, el comité estableció reglamentaciones, incluyendo tarifas por el uso de las instalaciones deportivas cuyos fondos utilizaría para su mantenimiento, previa autorización del Ejecutivo.
Hacia 1927 y 1928 se desarrolló la zona no urbanizada de la finca: Nuevo Bella Vista.
Keith acordaba nuevamente con el Estado para la construcción de la infraestructura. La nación pagaría $100,000.00 mientras que la empresa asumiría $37,050.00 restantes, además de ser exonerada de impuestos de importación de los materiales utilizados para la construcción de las viviendas e infraestructura.
Las obras terminaron en mayo de 1930. En ese mismo año, mediante el Decreto Nº 12 de junio de 1930, se crea el corregimiento de Bella Vista, cuyos límites administrativos incluía los barrios de La Exposición, Vista del Mar, Perry’s Hill, Altos de Bella Vista, El Cangrejo y Obarrio.
En 1927 y 1928, al mismo tiempo que se planeaba la extensión de Bella Vista, se planificó la urbanización Altos de Bella Vista, hoy La Cresta. Los terrenos formaban parte de una finca propiedad de los herederos de Manuel José Hurtado, que distribuyeron la tierra también para la urbanización El Cangrejo, Barrio Obrero y el Campus de la Universidad de Panamá.
Alejandro Duque, en representación de la Compañía Unida de Duque, realizó el contrato con la nación para su desarrollo y acordó el pago de $40,500.00 por la infraestructura.
La ejecución del proyecto fue realizada por la Municipal Engineering Division de The Panamá Canal Company en un arreglo entre el Gobierno de Panamá presidido por Rodolfo Chiari y la Zona del Canal; así como también el libre gravamen de la importación de materiales de construcción. Las obras terminaron en 1932.
Mediante la creación de estos dos barrios se estrenaron nuevas formas de diseñar un tipo particular de ciudad, explotar el suelo, comercializar la vivienda y un canal para la participación de la inversión privada a través de la urbanización durante una etapa incipiente de organización gubernamental del país.
También ha forjado el carácter e identidad de buena parte del centro, como de la periferia de la ciudad de Panamá, ¡que aún festeja sus 500 años de fundación!
Noticia: Carlos Eduardo Rodríguez